3.2.08

Cuando los aprendizajes no cuentan

Luisa es directora de una escuela pública desde hace varios años y a pesar de ser una persona muy dedicada a su trabajo, si le muestras tu preocupación por los aprendizajes en su centro educativo te dirá que eso lo debes preguntar al profesor, ya que su función se limita apenas a administrar la institución.

José es profesor de 6º grado con varios años de servicio y pese a ser un docente responsable, si le trasladas tu preocupación por los aprendizajes de sus alumnos te va a decir que eso se lo debes decir a los propios niños y a sus padres, que él hace su mejor esfuerzo y el que aprendan o no ya depende de ellos mismos. Del mismo criterio es Sergio, padre de familia de ese salón. Pregúntale por los bajos aprendizajes del grado y te dirá con pena que los chicos no se esfuerzan lo suficiente.

Manuel es director de la UGEL a que pertenece la escuela de José y Luisa. Es un funcionario honesto y empeñoso. Claro, si le preguntas por los aprendizajes de sus escuelas te responderá que esa información la maneja Felipe, su director de Gestión Pedagógica. Felipe, una persona muy cordial, te dirá que la UGEL tiene demasiado trabajo y su área muy bajo presupuesto. Los aprendizajes además, te explicará con paciencia, es responsabilidad de cada escuela según las normas.

Francisca es Directora de la Regional de Educación a la que pertenece la UGEL de Manuel. Es una mujer muy ejecutiva y ha hecho fama por su habilidad para resolver los graves problemas administrativos que heredó del director anterior. Pero claro, si le preguntas por los aprendizajes en sus escuelas te dirá que conoce los resultados de la última evaluación censal a los alumnos de 2º grado, pero que ya se han elaborado directivas técnico pedagógicas precisas para enfrentar este problema. Si le preguntas que garantía hay de que tales directivas se cumplan y basten para resolverlo, te dirá que eso ya no depende de la Dirección Regional sino de cada centro educativo. Que la oficina tiene mucho trabajo y que no pueden hacer más.

Eduardo es un funcionario destacado de la sede central del Ministerio, comprometido con su función y con mucha experiencia. Pero pregúntale por los aprendizajes y te dirá que se han distribuido miles de textos a las escuelas, que se ha capacitado más de 30 mil maestros y se han elaborado directivas muy claras para la correcta aplicación del currículo. Si insistes en saber qué garantía hay de que todo eso sirva para elevar el nivel de aprendizajes de los estudiantes, te dirá que el Ministerio hace su parte y que los resultados dependen de las universidades que están capacitando, de las Direcciones Regionales, de las escuelas y de cada maestro.

Que cada actor ejecuta la parte del libreto que le toca en el drama de la educación y nadie asume responsabilidad alguna por los resultados, es algo que cualquiera puede confirmar. En cada instancia, todos dirán que cumplen su función lo mejor que pueden y que si a consecuencia de eso los aprendizajes no mejoran es porque otros no hacen lo que les toca. Dicho lo cual, seguirán ejerciendo su función igual que siempre, así los hechos revelen que no sirve para que los niños aprendan más. La Ley de Presupuesto Público del 2008 establece una gestión orientada a resultados en 8 programas estratégicos, uno de ellos pertenece al Ministerio de Educación y se denomina justamente «Logros de Aprendizaje». Pero que el sistema educativo deje de girar de manera autocentrada sobre sus funciones rutinarias y desplace su eje a los resultados, requiere que la anunciada reforma del Estado empiece por el sector educación y se prepare para emprender una auténtica revolución cultural.

Escrito para el programa radial "Habla Educación" de Foro Educativo/ Enero 2008
Fotografía © Ariel López/ www.Flickr.com

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