tag:blogger.com,1999:blog-34586833.post4096571503276623749..comments2023-10-07T02:26:41.111-05:00Comments on El río de Parménides: La revolución pedagógica pendiente: un siglo de ausenciaLuis Guerrero Ortizhttp://www.blogger.com/profile/12568117294459579407noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-34586833.post-88341443832111193792006-12-27T21:49:00.000-05:002006-12-27T21:49:00.000-05:00Estimado Sr. Guerrero, de vez en cuando leo con g...Estimado Sr. Guerrero, de vez en cuando leo con gusto sus intervenciones, nos une nuestro interés por la educación.<br />Algunos comentarios acerca de éste post.<br />Son interesantes sus acotaciones sobre la pendiente reforma del pensamiento que es necesario hacer en los docentes, y no sólo institucional. Pero tampoco hay que caer en el extremo opuesto. El problema no es que hayan verdades o no , o si la realidad (aquello que se opone al pensamiento) se puede conocer o no, sino que el debate debe estar puesto en el cómo se conoce, y en el qué es el hombre y cómo conoce el hombre (pero el debate por el cómo nos lleva a la pregunta por la realidad, por el ser de las cosas). Por lo que no debería de dejar pasar trazos de relativismo gnoseológico (que tanto daño está haciendo en el mundo actual).<br /><br />Veo también en lo que va hablando al usar términos como “paradigmas” y argumentar usando el paso de la física clásica a cuántica, una cierta influencia kuhnniana y popperiana, evidentes exponentes del relativismo, que parten de premisas erradas al interpretar la realidad, kuhn al negar que el conocimiento científico se hace por tradición, es decir, negar que avanzamos sobre VERDADES que otros han descubierto, y Popper al reducir TODO a opinión (doxa) como los antiguos sofistas (los del periodo de decadencia sofística, donde no entra Protágoras) que tanto daño hicieron, y reducir todo al principio de falsación que de alguna manera nace del principio de verificación del Círculo de Viena.<br /><br />Además menciona que hoy en día no sólo debemos fijarnos en el “ qué se conoce sino en quién lo conoce y cómo es que lo conoce.” Tiene razón al intentar buscar una conciliación, entre la objetividad, la subjetividad y el proceso del conocimiento. Tenemos que entenderla primero nosotros para poder hacer una adecuada epistemología que sustente una pedagogía realista. A mi me ha resultado ilustrativa la propuesta de la escuela tomista de Barcelona, que rescata el pensamiento de Balmes, cuando dice que cuando Descartes enunciaba su “cogito ergo sum” , tenía razón, esto es el principio de conciencia, yo ante todo soy antes de conocer, así como el principio de los cartesianos tenían razón al decir que lo evidente, lo que salta a la vista es, también Parménides tenía razón al decir que el ser es y el no ser no es, el principio de no contradicción. Como dice Jaime Balmes “los tres tienen la razón y ninguno la tiene al mismo tiempo” esto es, los tres son dimensiones de la verdad, necesarias y complementarias, la verdad de la CONCIENCIA, EVIDENCIA Y SENTIDO COMÚN. A mi parecer estos tres datos metafísicos son fundamentales para poder entrar al debate gnoseológico o epistémico, como lo queramos llamar, de allí la importancia de una adecuada ontología que fundamente el debate educativo, porque sino, iremos a la deriva siguiendo a gente que sabe vender bien como Kuhn o Popper, pero que dicen pedazos de la verdad, pero el gran error está cuando buscan proponerlo como la única verdad “TODO es opinable” , “TODO conocimiento es temporal hasta que otro lo destituya”. <br /><br />En síntesis estoy de acuerdo con su visión de la importancia del subjetividad, pero dándole el debido lugar, para no caer en su enfermedad subjetivismo, así mismo estoy de acuerdo con su visión de lo falible del conocimiento humano, pero teniendo el debido cuidado de no caer en el relativismo gnoseológico, la verdad se puede conocer, es exigente y difícil, sí, pero se puede llegar a los fundamentos de la realidad, la verdad la vamos construyendo, renovando, todos juntos. <br />Y creo que el problema de la educación no sea el que se centra en contenidos, es decir en el qué, creo que el qué es importante, y a mi parecer quizás lo más importante, como dice Howard Gardner, el objetivo de la educación es conocer “lo verdadero, lo bueno y lo bello” y que el problema está siendo el cómo, y la propuesta de una educación para la comprensión parece bastante interesante.<br /><br />Es por ello que el profesor Andrés sigue atascado en las cerrazones ontológicas, epistemológicas y antropológicas que nacieron allá por el siglo XV.<br /><br />Es por ello que no me canso de apostar por el Principio de la complejidad y, siguiendo las categorías Kuhnianas , de proponer al paradigma de la complejidad como nuevo (y viejo al mismo tiempo, porque los grandes pensadores fueron pensadores de la complejidad: Dante, Sócrates, Platón, Aristóteles, etc.) paradigma para entender y vivir la educación, complejidad entendida como apertura al todo, como plena armonía entre caos y orden y que se abre a la verdad entendida como un complexus (tejido). <br />Roberto BarrientosRobertohttps://www.blogger.com/profile/05490301789966143422noreply@blogger.com